tag:blogger.com,1999:blog-1719811136825225573.post3434281795716468095..comments2018-11-18T11:38:39.178+01:00Comments on La Taberna del Fin del Mundo: La Razón que se abre al MisterioJesús Beadeshttp://www.blogger.com/profile/03971198573129536319noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-1719811136825225573.post-84748393511297695632008-12-04T21:45:00.000+01:002008-12-04T21:45:00.000+01:00El vicio, cuando se hace hábito, lleva al mecanici...El vicio, cuando se hace hábito, lleva al mecanicismo. Cuando se toma contacto con el "Ens", todo cuanto se mira, cuanto se hace, late con vida propia, y revela de continuo los abismos: la finitud, la posibilidad de extraviarse, y la apertura a la Realidad, que no se agota. Es cierto que produce un escalofrío encontrar, no sólo el ingenio, sino la razón despierta y el discernimiento sobre asuntos, digamos, seculares, en alguien cerrado a cal y canto –al menos, en su apariencia– al misterio y la trascendencia. <BR/>Está muy bien aplicar esta categoría, no ya a un individuo, sino a una sociedad, en la que se puede palpar el vacío. Las "estructuras de pecado" lo serían, en gran medida, por omisión. Un encontrar cerrados los cauces hacia el origen, una especie de asfixia. También, y principalmente, en lo eclesiástico. Cuantas homilías exhalan un aroma claustrofóbico, solipsista, y lo único que tienen de teológico son interpolaciones periódicas en el léxico, pero en realidad son recetas cerradas sobre sí mismas, autosatisfechas. Aunque de las homilías dominicales –esas armas contra la fe– hablaremos otro día.Jesús Beadeshttps://www.blogger.com/profile/03971198573129536319noreply@blogger.com